Worrydoll

Worrydoll.

Ese verano, la Copa Confederaciones se jugaba en Guatemala. La FIFA había decidido dejar de “hacer caja” y exportar el fútbol como deporte. El objetivo era que el próximo mundial se jugase allí y poner en el mapa futbolístico a Centro America, esa parte del globo tan olvidado. Loable objetivo. Evidentemente si encima tienes a USA y debajo a Brasil, Argentina etc. Quién coño se va a acordar de Guatemala, el Salvador, Panama…¡¡¡

 

David no podía dormir, el calor, la humedad… las preocupaciones. Salió del hotel a pasear. La Diandro había avisado que no saliesen del complejo hotelero, podía ser muy peligroso. Qué manera de acojonar a la gente con la puta politica del miedo instaurada desde la época "Arbusto*" en los jodidos EEUU. Las cosas pasan y ya está¡ No hay que ir acojonando a la gente con miedos y temores… Iba sumido en sus preocupaciones. De pronto llego a una especie de taberna de madera; entró a tomar un refresco, olía a sidrería. Apareció, como de la nada, una voz. Era una abuelita, que le decía:

 “You look a worryman” algo así como pareces una persona con muchas preocupaciones.

“I’m indeed” lo soy de echo.

“Listen this” escucha esto. Le contestó

 Se sentó, le cogió de la mano, pidió dos especies de chupitos de absenta o algo parecido y le conto algo así:

 Los Mayas, una civilización que vivió en tierras guatemaltecas durante siglos, hasta que los españoles decidieron que dejasen de vivir allí. Los Mayas, cuando estaban preocupados, contaban sus preocupaciones a sus “Worrydolls” (algo así como muchecas que se preocupan)

Una vez se las habían contado, las escondían debajo de la almohada y mientras dormían venían los “Worrypeople” (algo así como la gente que se preocupa). Venían y se llevaban todas esas preocupaciones y al amanecer sólo tenían que agradecérselo a sus “Worrydolls”

Le regaló una “Worrydoll”. David la acepto; volvió al hotel; se acosto. Por la mañana, un mensaje en el móvil.

De: Padre

Para: David

No más preocupaciones, no Valencia, no Madrid, no Barça. Vuelve al mejor equipo del mundo, tu  Sporting. Te queremos…

David cogió la worrydoll y sonrió, a la vez que le resbalaba una lágrima por la mejilla.

*Bush.

Nota: este relato, reducido, será leido en la Deporteca de la 90.9, el próximo viernes 19 de julio.